Música del encierro
En ese año 2020 tan difícil, caracterizado por la incertidumbre del qué nos va a pasar con la pandemia entre nosotros, tuve desde el punto de vista creativo, una de mis épocas más fecundas.
Por suerte, las cosas han ido normalizándose, las programaciones en los Teatros y Auditorios están prácticamente al mismo nivel que antes de la pandemia, aunque hay que decir que la asistencia a los espectáculos todavía no está al nivel deseable.
Se puede detectar que hay todavía muchas personas, público fiel a la programación de mi Teatro, que no han alcanzado la confianza suficiente para acudir a los espectáculos como lo venían haciendo anteriormente.
La irrupción inesperada de un tiempo de crisis en nuestras vidas trae a mi memoria los momentos vividos y la manera de cómo lo afrontamos
El ambiente en casa era muy atractivo y sugerente para el estudio y el trabajo; mis 3 hijos, con sus quehaceres intelectuales de estudio y preparación de exámenes, propiciaban la atmósfera adecuada para el proceso creativo. Las dudas, incomprensión, oscuridad, sufrimiento eran circunstancias, desgraciadamente muy inspiradoras, con la incertidumbre añadida del desconocimiento del futuro que nos aguardaba.
El hecho de imbuirme en mi mundo musical me hacía volar y moverme entre materiales que configuraban un universo ajeno a la triste realidad.
En ese contexto, escribí Policronías de las Sibilas, para violoncello solo. Obra ya iniciada y que tenía fecha de estreno pues era un encargo del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) para el Festival de Música Española de Cádiz 2020.
Después vino Intramuros escrita en los momentos más duros y crueles de la pandemia; para cuarteto de cuerda y guitarra. El resultado de mi turbación frente a la situación que estaba atravesando, una auténtica convulsión de las emociones. La dediqué a todos los fallecidos del COVID’19. Un eterno lamento.
Y finalmente escribí SILLAGE , fue la más especial en el sentido de que se basó en el aroma y la huella que dejaban en mí los relatos que cada día, al llegar a casa , me transmitía mi pareja, con quien comparto vida, sueños e hijos desde hace muchos años. El doctor Urcelay, el único que atravesaba la puerta de casa como un auténtico aventurero, un explorador desapareciendo en el vacío de las calles, en la profunda oscuridad que nos acompañaba: “a ver qué nos depara la jornada”
Son diez momentos musicales; diez piezas, cada una con un perfume y un color diferente; explosivas, bruscas y violentas algunas de ellas; reposadas, tristes y emotivas otras.
Esta obra está dedicada a él y a todos sus compañeros del hospital Gregorio Marañón de Madrid, a los sanitarios fallecidos y a los que se dejaron la piel sin descanso.
Se estrenará en su totalidad el próximo día 30 de noviembre de 2022 dentro del Festival Internacional de Compositores Madrileños (COMA’22). Este estreno correrá a cargo del gran pianista Abel Sánchez-Aguilera
© Bei