50 años de una gran aventura musical:
ARRASATE MUSICAL (Parte 1/3)
Cuando abrí los ojos ya sonaba un piano. Era el piano de mi padre que me ha acompañado toda mi infancia y juventud. Mi familia era una familia modesta que vivía en el Grupo San Juan, donde yo nací. Cinco hermanos y mucho bullicio a mi alrededor. Cada vez que sonaba el timbre de mi casa era algún alumno que venía a la sala del piano, a dar una lección con mi padre o algún cantante para preparar un solo. Por lo tanto mi mundo infantil se desenvolvía en esta realidad en la que todo el mundo estaba involucrado con la música, cantando o tocando.
Arrasate/Mondragón ha tenido una historia musical que se remonta a muchos años antes del nacimiento de Arrasate Musical, escuela donde yo inicié mis estudios musicales. Desde 1876 existía una Banda de Música que convivía con el coro parroquial y con un grupo de txistularis. Hubo un acontecimiento muy importante a finales de los años cuarenta, la visita a Mondragón de la Orquesta Nacional de España. Por aquella época una violinista mondragonesa, Albina Madinabeitia tocaba de violín primero en la ONE, dirigida por el Maestro Ataúlfo Argenta. Gracias a esta prestigiosa violinista, Mondragón vivió un acontecimiento sin precedentes en aquel 1947, que se repitió al año siguiente por la acogida que el público brindó al conjunto sinfónico. Albina, grandísima violinista, tuvo gran relación con los músicos más destacados del momento. Gran amiga del maestro Joaquín Turina, estrenó en 1929 su Sonata nº 1 op.51 1929, Albina al violín y Pilar Cavero al piano.
La década de los cincuenta también fue de gran intensidad musical gracias a un ciclo de zarzuelas que contó con un elenco de solistas mondragoneses. La preparación musical estaba a cargo de mi tío David Arzamendi, organista y hermano mayor de mi padre. Él era quien dirigía las actuaciones mientras mi padre tocaba el piano en la orquesta formada por músicos de las bandas de música de Mondragón y Vitoria. En una ocasión, se representó El Caserío de Guridi siendo el mismo autor quien les acompañó en la representación. El Maestro Guridi estaba muy unido a Mondragón por el hecho de que su abuelo procedía de nuestro pueblo.
A finales de los sesenta surgió Danok, un grupo integrado en la sección de Cultura Vasca de la Juventud Deportiva Mondragón y que abarcaba actividades variadas, desde la literatura al teatro , incluyendo la música. Se decidieron a crear un coro mixto, la Coral Danok (1969). Representaba la tradición cantora que desde siempre ha tenido Mondragón; su fundador fue Juan, mi padre. El primer concierto tuvo lugar en el Cine/Teatro Gurea en 1970.
La asociación “Arrasate Musical” comenzó a funcionar en septiembre de 1972 y en los estatutos de esta sociedad cultural se fijaron tres objetivos fundamentales:
- Academia de Música
- Organización de conciertos
- Fomento de la cultura musical.
En este punto debo hacer una referencia a la labor de mi padre, que resultó clave en el desarrollo de la actividad musical de su localidad natal, Mondragón. Su pasión por la música comenzó de muy niño, inició su carrera como clarinete de la Banda y a la temprana edad de 17 años compuso su primera obra Quid Retribuam Domino (motete a 3 voces de hombre y órgano). Estudió piano con Álvarez Zapata (Valladolid) y armonía y composición con Francisco Escudero. Fue propuesto para hacerse cargo de la Banda Municipal y cuando el Ayuntamiento le exigió que obtuviera su plaza de manera oficial, se presentó a las oposiciones convocadas en 1963 al Cuerpo de Directores de Banda de Música Civiles. En ellas obtuvo el puesto 8º entre numerosos candidatos de toda España.
En el año 1972 se integró al proyecto de la asociación Arrasate Musical junto a los miembros directivos de la Coral Danok. En este marco nació la Academia Arrasate Musical. La primera ubicación de la Academia fue en las instalaciones donde se encontraba antiguamente la “Metalúrgica Cerrajera S.A.”, empresa mondragonesa que había trasladado sus instalaciones a Vitoria.
Así comenzó a funcionar la academia Arrasate Musical, un 2 de noviembre de 1972. Con seis aulas, nueve profesoras y 376 alumnos. De las profesoras, solo 2 habían dado clases con anterioridad. Toda la primera época fue el propio director, mi padre, quien mediante cursillos semanales, preparó y actualizó a las 9 profesoras -todas ellas tituladas con la carrera de piano y solfeo- para la actividad pedagógica. La plantilla inicial quedó constituida.
Había dado comienzo una gran aventura musical:
ARRASATE MUSICAL
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